ISHTAR
Ella es la tercera hermana de la tríada la menor, maneja diversos aspectos como mente el sexo, la belleza, la fertilidad y la guerra. Ella es quien todos pueden acudir.
Ella es la que ha dedicado ha crear parte del universo, siendo quien creo las mentes de todas las personas en el universo entero, además de enseñar las técnicas a los guerreros, y darle la belleza a las cosas.
Representada mediante una estrella de 8 o 16 puntas, una flor, un león o una mujer, a veces desnuda.
Los babilonios adoraban a Ishtar, como la ‘virgen, la santa virgen, ‘la madre virgen’, ‘la diosa de diosas’ y ‘la madre del cielo y la tierra’ ellos exclamaban, ‘Ishtar la gran Ishtar es la reina! sea exaltada la dama, la dama es la reina….no hay nadie como ella.
Ellos la llamaban ‘ la estrella resplandeciente del cielo, luz del mundo, lucero de todos los lugares donde el ser humano habita, quien reúne junto a las naciones” y exclamaban, ‘donde brillas, el muerto vuelve a la vida y el enfermo se levanta y camina y la mente del desahuciado es sanada cuando mira a tu rostro’
De hecho la diosa Ishtar es muy hermosa, de Tez blanca, Rubia, pelo liso y largo, llegado hasta las caderas, ojos azules como el cielo. La diosa Ishtar no solo es del amor sino también de la sanación para cualquier problema de este tipo se el puede invocar.
El mito de la diosa Ishtar es el siguiente:
Este es el mito del descenso de Ishtar a los infiernos:
“Era el tiempo de tristeza tras la muerte del dios de la Primavera Tammuz. La hermosa diosa Ishtar, que le amaba tiernamente, le siguió hasta las antecámaras de la Eternidad desafiando a los demonios que guardan las puertas del tiempo.
Pero en la primera puerta el demonio guardián obligó a Ishtar a entregar sus sandalias, que los hombres sabios dicen que simboliza entregar la voluntad.
En la segunda puerta la diosa tuvo que dejar sus enjoyados brazaletes de los tobillos, que los hombres sabios dicen que significa entregar el ego.
En la tercera puerta entregó sus ropas, que supone entregar la propia mente.
En la cuarta entregó los cuencos dorados que cubrían sus pechos, que es como entregar la actividad sexual.
Y en la quinta puerta entregó su collar, que supone desprenderse de éxtasis de la Iluminación.
En la sexta puerta entregó sus pendientes, que significa entregar la magia.
Y finalmente, en la séptima puerta, entregó su corona de mil pétalos, que es entregar la divinidad.
Solamente así, completamente desnuda, pudo entrar Ishtar en la Eternidad y rescatar a su amado.
La severa reina de las regiones infernales, Ereskigal, de mala gana permitió que Ishtar fuera rociada con el Agua de la Vida y partiera con Tammuz al reino superior
Ella es la tercera hermana de la tríada la menor, maneja diversos aspectos como mente el sexo, la belleza, la fertilidad y la guerra. Ella es quien todos pueden acudir.
Ella es la que ha dedicado ha crear parte del universo, siendo quien creo las mentes de todas las personas en el universo entero, además de enseñar las técnicas a los guerreros, y darle la belleza a las cosas.
Representada mediante una estrella de 8 o 16 puntas, una flor, un león o una mujer, a veces desnuda.
Los babilonios adoraban a Ishtar, como la ‘virgen, la santa virgen, ‘la madre virgen’, ‘la diosa de diosas’ y ‘la madre del cielo y la tierra’ ellos exclamaban, ‘Ishtar la gran Ishtar es la reina! sea exaltada la dama, la dama es la reina….no hay nadie como ella.
Ellos la llamaban ‘ la estrella resplandeciente del cielo, luz del mundo, lucero de todos los lugares donde el ser humano habita, quien reúne junto a las naciones” y exclamaban, ‘donde brillas, el muerto vuelve a la vida y el enfermo se levanta y camina y la mente del desahuciado es sanada cuando mira a tu rostro’
De hecho la diosa Ishtar es muy hermosa, de Tez blanca, Rubia, pelo liso y largo, llegado hasta las caderas, ojos azules como el cielo. La diosa Ishtar no solo es del amor sino también de la sanación para cualquier problema de este tipo se el puede invocar.
El mito de la diosa Ishtar es el siguiente:
Este es el mito del descenso de Ishtar a los infiernos:
“Era el tiempo de tristeza tras la muerte del dios de la Primavera Tammuz. La hermosa diosa Ishtar, que le amaba tiernamente, le siguió hasta las antecámaras de la Eternidad desafiando a los demonios que guardan las puertas del tiempo.
Pero en la primera puerta el demonio guardián obligó a Ishtar a entregar sus sandalias, que los hombres sabios dicen que simboliza entregar la voluntad.
En la segunda puerta la diosa tuvo que dejar sus enjoyados brazaletes de los tobillos, que los hombres sabios dicen que significa entregar el ego.
En la tercera puerta entregó sus ropas, que supone entregar la propia mente.
En la cuarta entregó los cuencos dorados que cubrían sus pechos, que es como entregar la actividad sexual.
Y en la quinta puerta entregó su collar, que supone desprenderse de éxtasis de la Iluminación.
En la sexta puerta entregó sus pendientes, que significa entregar la magia.
Y finalmente, en la séptima puerta, entregó su corona de mil pétalos, que es entregar la divinidad.
Solamente así, completamente desnuda, pudo entrar Ishtar en la Eternidad y rescatar a su amado.
La severa reina de las regiones infernales, Ereskigal, de mala gana permitió que Ishtar fuera rociada con el Agua de la Vida y partiera con Tammuz al reino superior
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